Estoy "apegado" al zazen.
Pregunta
Quisiera hacerte una pregunta, tengo una tendinitis que se presentó antes del sesshin de invierno que me impide hoy hacer zazen, trato de practicar el mínimo: 2 zazenes a la semana en el dojo, pero cada vez, esto reinflama el abductor y de hecho me doy cuenta hasta qué punto "estoy apegado" al zazen, al zen. Siento culpa por no hacer zazen, al no participar en la sesshin, en el samu y me digo, qué mierda, hacer zazen desde hace más de 10 años y no ser capaz de atravesar serenamente un período de mi vida, o visiblemente hace falta poder descansar un tiempo hasta que esto se cure. Y más con la sesshin de primavera y la inauguración. Entonces, es mejor si verdaderamente descanso o voy a la fuerza hasta la sesshin, ¿que piensas tú sobre esto? (finalmente no sé si hay algo que responder)
Hasta pronto.
Repuesta
Escucha, la semana pasado fui a visitar a mis niños y a mi nieto y no hice za zen, y esta semana hay trabajos en el dojo de Montpellier y no se puede practicar. Aproveché para caer enfermo grave, estilo gripe porcina, y permanecer en casa. Me doy cuenta hasta qué punto el za zen me estructura como Buda y al mismo tiempo me desestructura como individuo. Ahora bien, los dos, el buda y el individuo, son importantes para realizar tu vida. Desestructurar al individuo es indispensable para hacerlo evolucionar, y estructurar al buda para que se realice en nosotros. Realizo entonces hasta qué punto esta práctica me es indispensable para vivir la vida tal como me gusta vivirla; pero en efecto nuestra relación con el za zen no puede ser una relación de dependencia. Siempre, el camino que nos libera de esta dependencia es exactamente el contrario de aquel que se adoptó para conseguir practicar seriamente. Y el individuo, alejándose de esta experiencia, no experimenta ninguna diferencia, al contrario, tiene más tiempo para él y no lo siente ya como una dificultad de la disciplina.
Pienso que za zen cura todo. Tuve antes un accidente de coche, después de algunos días en el hospital, con dolor y golpeado por todas partes, hice za zen, al final del za zen, yo no tenía nada. Hace algunos años, me operaron de los intestinos, me abrieron el vientre, 7 días después de la operación dirigía una jornada de za zen en el dojo. Este invierno tuve una caída muy violenta de espalda camino al za zen en el nuevo templo. Costillas, hombro izquierdo y vértebras dañadas, por el golpe creí verme obligado a regresar a mi habitación, no podía respirar, sin embargo fui a pesar de todo. Y luego fui a la Argentina y dirigí un campo de verano de un mes, estuve un poco mal pero finalmente se arregló.
Una vez tenía mal las rodillas y como era moda de la época fui a ver a un especialista, que me manipula como una bestia y me hace aún más mal, y me dice que es necesario una operación, yo lo mando a cagar y el día siguiente dirigía un sesshin, con unas rodillas enormes y compresas de arcilla. Finalmente nunca me operé y mis rodillas están perfectamente, conozco a muchos que abandonaron el za zen debido a las rodillas. He tenido infecciones, amebas incluso de hechizos, yo nunca he parado za zen. Ahora con la edad me vuelvo en más tranquilo, me pregunto si no comienzo a pensar en la jubilación ¿? Pero, bueno, no correría el riesgo de aconsejar a los otros de hacer lo mismo que yo, a veces para ellos con el za zen las cosas se empeoran y se encuentran impedidos de por vida por mi culpa.
Pero en tu caso, creo que todo eso viene del traumatismo que sufriste frente a la derrota de Saint Etienne* que esta camino al descenso a segunda división y tienes bastante miedo que te cargan por eso.
[*Equipo de fútbol favorito de JF]
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