|
|
|
|
Olvidé plantear mi pregunta con el respeto que debía.
Pregunta
Estaba tan entusiasmada esta tarde viendo que existía un medio para hacerle una pregunta a un Maestro Zen que olvidé las formas o más bien olvidé plantear mi pregunta con el respeto que debía. Le ruego que me disculpe. Esto es muy extraño pero tengo la impresión que hasta estas frases son ridículas: ¡pedirle a alguien con su grado de constancia de disculparme... si no tengo respuesta, no haría enfermedad, ¡mi ego se regenera tan rápidamente!
Repuesta
Sé plenamente conciente del hecho que la emoción que tú sientes por hablarle a un maestro y la idea que te haces de él, el respeto que el te despierta, es de hecho el respeto que tú llevas por ti mismo, este maestro famoso existe en ti también, por más maravilloso que parezca, no es nada más que tu maestro interior.
|
|
